Un candidato expulsado volverá a 'Un príncipe para Corina'

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Corina comparte tiempo con los conquistadores en la piscina. Foto: Cuatro
La repesca no dejará indiferente a nadie. Además, el padre de Corina entra en escena y se hace pasar por un psicoanalista.

Los deseos de Corina son órdenes para Cuatro. El programa de citas, Un príncipe para Corina, concede a la princesa la oportunidad de repescar a uno de los conquistadores, con el que no tuvo mucho tiempo para intimar. Corina comparte tiempo con los conquistadores en la piscina. Foto: Cuatro

La decisión no sentará nada bien al resto de candidatos, que consideran injusto que un expulsado compita de nuevo por el corazón de la princesa. Las rencillas harán que el grupo al que pertenece el repescado le rechace, y el malestar entre sus compañeras aumentará cuando consiga una cita a solas con la joven.

Mientras tanto, los consejeros de la princesa, Nahir y Javier, se encargarán del resto de conquistadores. Además de someterles a varias pruebas, acudirán juntos a un karaoke en el que los cuatro grupos se esforzarán al máximo. Finalmente, uno de los grupos se alzará con la victoria y podrá disfrutar de una salida con Corina lejos del resto de los grupos rivales. El grupo ganador, entusiasmado, decidirá tomar la iniciativa preparándole a la princesa una noche que no va a poder olvidar.

Por otro lado, la princesa recibirá de la presentadora del programa, Luján Argüelles, 18 sobres con un contenido muy especial: un secreto de cada uno de los candidatos, una información que puede resultarle de gran utilidad. Corina tendrá que elegir a un conquistador de cada grupo para descubrir su secreto. Sabe que se llevará más de una sorpresa, pero lo que no sospecha es que el secreto de uno de los conquistadores le hará tomar una drástica decisión. Inflexible, la princesa decidirá expulsarle de inmediato, convencida de que un hombre así no merece su amor.

Además, el padre de Corina entra en acción en esta tercera entrega. Aparecerá por sorpresa y se infiltrará entre los candidatos haciendose pasar por un psicoanalista. El protector padre de Corina no quiere que los conquistadores le reconozcan para que se sinceren, y poder así descrubrir qué piensan de su hija y sus verdaderas intenciones.

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