En los prolegómenos del encuentro fratricida entre el Gigante de Baviera y los Die Schwarzgelben (Los Negros y Amarillos) Wembley fue testigo y escenario de una cuidada y bella representación 'bélica' que tiñó de rojo y amarillo el inmaculado césped de la catedral del fútbol británico. Un total de 60 arqueros y 200 tambores pusieron la nota de color a una final digna de una Eurocopa o un Mundial.
Como sí de la madre de todas las batallas de tratara, la escenografía fue premonitoria de lo que sucedería poco después con el grandioso encuentro ofrecido por los ejércitos de Jupp Heynckes y Jürgen Klopp.
Un Dortmund sin complejos desafía al Bayern
Se presuponía una salida en tromba del Bayern de Múnich -favorito apriori en las quinielas- con la intención de pasar el rodillo, pero fue el Borussia Dortmund quien tomó el mando desde el principio de la contienda dominando y generando varias ocasiones de peligro en los primeros veinte minutos de encuentro.
El primero en avisar fue el 'repoker-man'Lewandowsky tras rematar a bocajarro un preciso centro de Blaszczykowski por la izquierda (min. 14). Neuer respondío con una no menos espectacular parada que evitó el 1-0 a favor de los borussians.
La réplica del conjunto de Heynckes tendría lugar mediada la primera mitad tras un testarazo de Mandzukić que el guardameta del Borussia, Weidenfeller, se encargó de desviar a córner.
Una ocasión de Robben a poco de concluir la primera mitad ponía de manifiesto la recuperación experimentada por los 'rojos' durante los últimos 15 minutos ante el evidente desgaste del Borussia.
Mandzukić abre el marcador y Gündogan empata de penalti
Ya en la segunda mitad, el Bayern recuperó el terreno perdido durante gran parte del primer tiempo para hacerse con el control de la contienda y disponer de las mejores ocasiones para abrir el marcador.
Sería en el minuto 60 cuando tras una gran jugada de Robben, que se metió dentro del área, sorteó a varios defensas y se la puso en bandeja a Mandzukić para que abriera el marcador de la gran final. La alegría bávara, sin embargo, apenas duraría ocho minutos después de que el Dortmund empatara el partido con un penalti de Dante sobre Marco Reus transformado por Ilkay Gündogan.
Robben se redime con un tanto que le da al Bayern su quinta 'Orejona'
Arjen Robben ha tenido la mala suerte de perder cuatro finales durante los últimos tres años. Lo hizo en el Mundial de Sudáfrica frente a España y en Champions tampoco pudo levantar la ‘Orejona’ frente al Inter de Milán en 2010 y Chelsea 2012.
Sin embargo, el extremo holandés sería hoy decisivo en el tramo final del partido cuando se mascullaba una prórroga quizá merecida por los méritos obrados por el Borussia.
Robben rompió su gafe en las finales y dio el título a los suyos con un tanto a falta de dos minutos que encumbra al Bayern -quinto título- como nuevo emperador de Europa.
Ficha técnica:
Borussia Dortmund: Weidenfeller; Piszczek, Subotic, Hummels, Schmelzer; Bender (Sahin, m. 92), Gündogan; Blaszczykowski (Schieber, m. 91), Reus, Grooskreutz; y Lewandowski.
Bayern de Múnich: Neuer; Lahm, Boateng, Dante, Alaba; Javi Martínez, Schweinsteiger; Robben, Müller, Ribéry (Luiz Gustavo, m. 92); y Mandzukic (Mario Gómez, m. 94).
Goles: 0-1. M. 60. Mandzukic. 1-1. M. 68. Gündogan, de penalti. 1-2. M. 89. Robben.
Árbitro: Nicola Rizzoli (ITA). Amonestó a Dante, Grooskreutz y Ribéry.
Estadio: 90.000 espectadores en Wembley.
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